Terminas la
universidad, encuentras un trabajo y empiezas a llenar tus responsabilidades
financieras con todas esas cosas que alguna vez sonaste. Tienes tu casa, cuanto
más grande mejor, un nuevo auto, la membrecía a un club, vacaciones. La vida
parece que te sonríe.
Encontramos
el amor de nuestra vida y tenemos niños. Y de repente tu miras para atrás y te
ves con un montón de responsabilidades financieras, un montón de facturas para
pagar. Entonces buscas una promoción en tu trabajo, y la obtienes. Progresar,
significa subir la escalera corporativa. Nada malo con ello, hasta que un día
te das cuenta que estas escalando la escalera equivocada. Te sientes como el
hámster corriendo dentro de un rueda sin llegar a ninguna parte. El problema es que, por tu nivel de vida, tus
gastos, las opiniones de otros, te das cuenta que no puedes salir de esa
escalera sin dañar tus finanzas, e incluso tus relaciones. Por lo que sigues
haciendo lo que venias haciendo por anos, esperando que algún día tus
responsabilidades financieras bajen y puedas empezar una nueva vida.
Encontrarse
en esta situación no es inusual, y tratar de salir de ella muchas veces parece
imposible. Pero hay formas de lograrlo. La palabra mágica es simplificar. Mira
todas las cosas que haces, que tienes y verifica si son realmente necesarias en
tu vida. realmente necesitas un auto último modelo? Usas todas las 5
habitaciones en tu casa y el garaje para 3 autos? Necesitan tus hijos ir a
todas esas actividades después de la escuela todos los días? La escuela privada
es la respuesta para el futuro de tus hijos? Necesito todos esos aparatos
electrónicos para vivir? Que tan
frecuente uso todos esos aparatos electrónicos ? Realmente uso todas las cosas
que tengo guardadas en el garaje o mis armarios? y si puedo eliminarlos sin
afectar mi estilo de vida?
Piensa en
lo que tienes y ve si puedes hacer tu vida más simple.
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