Cuando
empezamos cualquier proyecto, es inevitable compararnos con lo que otros están
haciendo.
Tratamos de ver cuán lejos hemos llegado, o que tan cerca de lograr
nuestro objetivo estamos y usamos los resultados que otros están obteniendo
para compararlo con nuestro progreso. Cuando hacerlo parece algo razonable, hay un efecto
colateral negativo. Nos comparamos con
gente que ha logrado algo y que está en su punto máximo de eficacia, o en el
peor de los casos, con gente que ni siquiera ha empezado. En los dos casos nos
damos una falsa idea de nuestro progreso.
La forma
inteligente de hacerlo es compararte con ti mismo, cuando comenzaste el
proyecto. Cuanto tiempo pusiste en él desde el comienzo? Qué tipo de
contratiempos has tenido u como han cambiado tu proyecto?
Qué cosas has
aprehendido desde el comienzo? Como ha cambiado la dirección de tu proyecto
desde el principio? Que nuevos recursos tienes ahora que no tenias cuando
comenzaste? que nuevas relaciones has cultivado desde el comienzo?
Estas son
las cosas que tienes que comparar luego de un tiempo de comenzado tu proyecto. Compararte
con otros puede que te ayude, pero dado que las circunstancias que cada uno
enfrenta es diferente, esa comparación
no es 100% correcta. Compararte contigo
mismo tiene más sentido y te dará mas energía y poder sabiendo cómo has
progresado en tu proyecto.
No uses a
otros para compararte, pero úsalos como casos de estudio para tomar ciertas
ideas que pueden tener sentido para ti, y puedas aplicarlas para mejorar los
resultados de tu proyecto. También mira
las experiencias que han tenido para ampliar tu visión y ver los caminos que
debes seguir para lograr tus objetivos.
Compárate
contigo mismo, mira a los otros en busca de ideas, y disfruta tus logros !
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