Cuando se habla
de relaciones, muchos especialistas dicen que primero deber enfocarte en ti y
luego enfocarte en crear las condiciones que mejoren tus relaciones. Dicen que
si tu no estás bien contigo mismo, no puedes estar en paz con los demás.
La paradoja de
esta idea es que solemos olvidarnos del aspecto más importante y poderoso de la
relación con nosotros mismos y los demás: nuestra salud. Si no estamos
saludables, no podemos ser la mejor versión
de nosotros mismos en la relación, y tampoco podemos ayudar a otros a mejorar
sus relación con nosotros.
Parece muy básico
pero nuestra salud es la fundación de todas las actividades de nuestra vida. Si
no tienes salud, cada aspecto de tu vida se resentirá.
Descubre cual es
la actividad física, que te mantiene energizado, que hace que sigas aun cuando
no tienes más fuerzas, la que te mantiene adelante aun cuando tu humor no esté
a la altura de las circunstancias. Debes enfocarte en esa actividad. En mi caso
es hacer ejercicio en el gimnasio. Si no voy al gimnasio, me vuelvo quejoso, de
mal humor, poco paciente. Y te aseguro que con este estado de ánimo no tengo
las mejores relaciones con las personas alrededor mío.
El siguiente paso
después de encontrar esa actividad que te mantiene activo, además que crear las
condiciones para que puedas practicarla, es ayudar a tu pareja o personas
alrededor a encontrar su actividad motivadora. Apóyalos en su actividad, crea
condiciones para que puedan practicarla,
Nada cambiara en tu relación con el otro si no apoyas esa actividad que hace
que estén a tu mismo nivel de energía y estado de ánimo. Aun cuando tu estés a
tu nivel máximo, si ellos no lo están, no podrán ser receptivos a una nueva
forma de relacionarse.
Cuando pienses en
relaciones, piensa primero en la salud.
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