Cualquier cambio tiene riesgos y repercusiones
en tu vida. El problema es que muchas veces sobrevaluamos esas consecuencias en
nuestra vida. Pensamos en el peor de los casos, el camino sin retorno, la
imposibilidad de volver para atrás.
La realidad
nos muestras que en la mayoría de los casos, todas esas decisiones son
reversibles. Aun cuando renuncies a tu trabajo, puede que lo obtengas de nuevo,
encuentres uno similar en otra empresa.
Por otro
lado, cuando enfrentes una decisión, el problema no es hacerla sino estar
preparado para afrontar las consecuencias de esa decisión, y los cambios que va
a generar en tu vida.
Tu decisión
va a traer resultados que, algunas veces tu esperas y otras veces no. Pero aun
cuando la posibilidad de que el resultado sea el que tu esperas sea muy bajo,
digamos un 10%, siempre es mejor tratar, porque si no lo haces, tu resultado ya
es un 100% fracaso.
Las
decisiones que haces afectan tu autoestima. Estar preparado para los resultados
que puedas obtener es importante para mantener tu moral alta. Ten tus
relaciones al día para que puedas apoyarte en ellas si las cosas no van como
quieres o para celebrar cuando logres lo que quieres
No importa
los resultados que obtienes, es como te enfrentas a ellos y tener un grupo de
apoyo , las bases de tu éxito.
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