La
conversación que tenemos con nosotros mismos tiñen la forma en que vemos lo que
nos pasa día a día. Los mismos hechos tienen diferente significados según las
conversaciones que tengamos con nosotros mismos.
Si un carro
te encierra en la ruta, la conversación que tengamos determinara el tono de
nuestra experiencia en ese momento. Si
creemos que fue descortés y egoísta al hacer eso y que no se interesa en los
demás conductores, nos sentiremos enojados y más de uno tratara de mostrarle
como nos sentimos encerrándolo a él para que aprenda la lección. Pero si al
contrario pensamos que estaba distraído hablando por teléfono y está llegando
tarde al trabajo, seguramente lo dejaremos ir y seguiremos disfrutando de
nuestra estación de radio favorita.
Muchas
veces antes de tener una conversación difícil con alguien, solemos imaginarnos
lo que la otra persona va a decir. Luego imaginas que la conversación se
transforma en discusión y todos los problemas que van a surgir.
Desafortunadamente, en más de una ocasión, lo que pensamos determina el tono de
la conversación que finalmente tenemos.
La vida nos ensena que somos nosotros quienes determinamos el tono de
cualquier conversación que tenemos, por lo que si te preparas para pelear, vas
a tener seguro una fuerte discusión. Pero en su lugar, deja abierta todas la
posibilidades, vive el momento y crea el espacio necesario para que la
conversación sea como quieres.
Así, antes
de tener una conversación con alguien, pienso que tipo de conversación tengo
con migo mismo. A que me estoy preparando? Cuál es el tono que quiero que la
conversación tenga?
Va a crear
una gran diferencia en cada conversación que tengas.
Hola Paulo, como estas coincido con tu s palabras. abrazo a la distancia
ReplyDeleteGracias Daniel, un abrazo!
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