La semana pasada una amiga mía se presentó a una entrevista por  una vacante para trabajar en un festival medieval que se realizaría en un mes. Estaban buscando actores y actrices para trabajar en el festival.

Mi amiga se presento un jueves y el siguiente miércoles nos encontramos. Ella estaba muy decepcionada y triste pues no la habían llamado. Cuando le pregunte cuando le habían prometido una respuesta, ella me dijo que entre el martes y el jueves, pero como los ensayos empezaban ese sábado, ella no creía que la llamarían.

Como no la habían llamado todavía, se sentía decepcionada y triste, especulaba que si no la habían llamado todavía era porque no iba a tener ese rol en el festival. Estaba muy triste, y dudaba de sus cualidades actorales, de lo mal que le había ido en la audición, etc. 

Le sugerí que los llamara para saber si habían tomado una decisión, pero ella me dijo que, si realmente la quisieran, ellos se habrían puesto en contacto con ella. Se fue triste y desconsolada

Dos días después, me llamo y me dijo: "Me dieron el rol!"

Es interesante como nos creamos historias sobre los eventos que vivimos, y de esa manera cambiamos el curso de nuestras vidas. Ella eligió crear la historia de "ellos no me van a llamar" y su vida fue miserable por unos cuantos días. No quiero decir que si ella hubiera elegido la historia "me van a llamar", esa historia se hubiera convertido en realidad, pero por lo menos no hubieran sido unos días de intenso sufrimiento.

La forma en que creemos que los acontecimientos van a ocurrir, no va a cambiar la realidad de ellos (que la contraten o no) pero cambian la realidad en que vivimos. No te dejes atrapar en las historias de "no posibilidad". Ten fe, pero aún, cuando no ocurra lo que esperabas, puedes usar ese hecho como aprendizaje e intentar en forma diferente la próxima vez.  

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